Inteligencia artificial el nuevo competidor del mercado




Hoy en día, ¿Quién no se ha encontrado con un Bot de servicio al cliente?


Las empresas en un afán de posicionarse con el cliente han acudido a estas herramientas más y más comunes. El servicio ha venido a priorizar los esfuerzos por delimitar la interacción no estandarizada del valor que les queremos proporcionar a nuestros clientes. 


Cuando escuchamos “inteligencia artificial” aun seguimos imaginando al robot de hojalata que trata de replicar a un humano, pero está entre nosotros en las formas que menos pensamos. Se encuentra en nuestros teléfonos, realizando ajustes según nuestro comportamiento, al realizar tareas de cámara en busca de mejorar las capturas, en los chats de los diversos sitios programados para atender nuestras dudas, en buscadores web y en redes sociales estudiando nuestros intereses y dándole valor comercial para las empresas, ofreciéndonos productos de nuestro interés, pero ¿de dónde viene entonces la imagen que tenemos de IA?





La cara actual y futura de IA


Aquello con lo que interactuamos hoy no se parece en nada a lo que podemos esperar en los próximos años, se estima que en la próxima década las personas se relacionen más con Bots y asistentes inteligentes que con otras personas.


Tareas como el reclutamiento de personal pasarán a ser labor de una IA quien pudiera utilizar información disponible en la web de redes sociales como elementos de evaluación, y aquí es donde surge la cuestión, ¿Qué criterio tendría esta IA?


Mucho se habla de la necesidad de unir 2 corrientes totalmente distintas, la tecnológica y la filosófica. La tecnología que es la que ha tenido este crecimiento sostenido y exponencial y la filosofía cuyo campo no se ha visto sumergido en este tema.


La cuestión es el como la inteligencia que logremos desarrollar sabrá, al momento de llegar a la independencia, lo que es correcto e incorrecto si, ¿nosotros mismos lo sabemos?, ¿será una variable más a programar algo tan complejo que no se puede dominar?, algo de lo cual no hay verdad absoluta.


Y si el desarrollo llegara a un consenso de lo mas adecuado, una independiente Inteligencia Artificial ¿lo considerará de igual modo? Son este tipo de elementos indefinidos los que nos separan de aquel sueño que visualizamos del robot de hojalata. 




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